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sábado, 15 de abril de 2017

La celebración de la fiesta del conejo de pascua por Zadi Desme


LA CELEBRACIÓN DE LA FIESTA DEL  CONEJO DE PASCUA
“Happy Easter Day”
Por Zadí Desmé
www.zadi.webnode.cl

Recuerdo cuando mis hijos me preguntaban ¿a qué hora va llegar el conejo de pascua?, y mi hija se me acercaba: - papá me tienes que jurar y decir la verdad ¿existe el conejo de pascua?, aquellos hermosos ojos me miraban con ternura esperando esa importante respuesta “SI mi amor, si existe”.
Pregunta por la que todos los padres pasan alguna vez en su vida, y también preguntas sobre Santa Claus, las Hadas y un sin número de seres creados por quién sabe quién, que han vivido en cierta forma en nuestra realidad infantil y que nos han acompañado en esos cientos de cuentos e historietas que vimos en la TV y el cine.
Al final todos estos personajes se tornan reales en nuestra imaginación, se convierten en parte de nuestras vidas, hay que admitir quien no se ha imaginado compartir y jugar con alguno de ellos, podremos crecer y envejecer, pero dentro de nosotros siempre hay un niño que quiere creer. Solo al  mirar  a mis hijos y veo en sus rostros una felicidad increíble y esa magia del mundo de nuestra imaginación.
En mi caso, es un virus familiar que se ha venido transmitiendo de generación en generación, y es un pretexto para que la familia lo pase bien. Uno de mis hijos estaba con una amiga y esta le pregunto irónicamente, “crees en el Conejo de Pascua” el astutamente la miro y la tomó de las manos, respondiéndole con una pregunta: ¿y tú no?
Indudablemente existe mucha gente que dice que son costumbres diabólicas y que son celebradas solo
para crear un medio más de comercialización de diferentes productos; probablemente tengan un poco de razón sobre lo último, pero la verdad que no me importa, no me hace daño, al contrario, disfruto con mi familia.
El domingo de pascua, siempre tendrá un significado muy importante para todo el mundo cristiano, “celebrar la resurrección de Jesús”, él ser más maravilloso y especial que pueda haber pisado la faz de este planeta, pero no tiene nada de malo que coincida con una celebración menor como es la de este tierno Conejo de Pascua que me imagino se debe estar preguntando por qué me crearon en el medio de estos grandes eventos.

Origen de la celebración del Conejo de Pascua

Los orígenes del conejo de Pascua no están muy definidos y son inciertos, parece que la elección del conejo como símbolo para celebrar la Pascua se debe a su conocida capacidad de procreación, de gran valor simbólico en las fiestas dedicadas a la primavera y a la fertilidad de la tierra tras el fin del invierno en Europa.

Hay pre precisar que antes de Cristo, el conejo ya era un símbolo de la fertilidad asociado con la diosa fenicia Asarté, a quien además estaba dedicado el mes de abril. En los países anglosajones esta diosa se denomina Easter y en su honor se celebraba la fiesta de la Pascua. Esta era originalmente la festividad de la primavera y servía para honrar a la diosa teutónica de la luz y de la primavera. En el siglo VIII, los anglosajones trasfirieron el nombre de Easter a la fiesta cristiana que designa la celebración de la Resurrección de Cristo, adaptando el nombre de la fiesta pagana en las tradiciones cristianas.
Una de las historias que más me gusta, es la referente a cómo se juntan la celebración cristina con la del conejo de pascua, “cuenta que un conejo estuvo encerrado en el sepulcro junto a Jesús y presenció su resurrección. Al haber presenciado el milagro, y salir de la cueva junto con Jesús, se dice que fue elegido como el mensajero que debería comunicar y recordar a todos los niños la buena nueva, regalando huevos pintados, que actualmente también son de chocolate y otras golosinas durante la Pascua, y la costumbre de esconder los huevos pintados en los jardines de las casas, simboliza la persecución de Jesús por parte de Herodes y la intervención de Dios para evitar ser encontrados”.

Así mismo cuentan que en la antigüedad la Iglesia no aconsejaba el consumo de huevos durante la Cuaresma. Sin embargo, las gallinas seguían poniendo huevos, tirar los huevos hubiera sido un pecado, de tal forma, que no quedaba más remedio que guardarlos. Como conseguía después de unos días existía una sobreabundancia de huevos a los que había que dar salida. Por lo que el domingo de Resurrección, era el primer día en el que este precepto ya no regia y se convertía en la fecha en lo que lo mejor era compartir o regalar los huevos que no se habían consumido durante la Cuaresma. De esta forma, fue naciendo una costumbre. Ofrecer una cesta de huevos frescos era sin duda un magnífico detalle, pero si además los huevos se coloreaban o se pintaban se convertían en un auténtico regalo. En el siglo XII la Iglesia bendecirá la costumbre de regalar huevos como símbolo de resurrección a la salida de la misa de Pascua.

Por otro lado no fue hasta el siglo XVIII cuando esta costumbre fue introducida en Estados Unidos por inmigrantes alemanes, para el deleite de sus hijos. La celebración de “Oschter Haws”, como se le conocía para aquel entonces, era tan esperada como el día de Navidad. Los niños construían pequeños nidos, y los escondían en algún lugar recóndito de la casa, en el jardín esperando la visita del conejo de Pascua y les dejara regalos y golosinas. Al igual que en la Navidad, solo los niños que se habían portado bien durante el año, recibirían la visita del esperado conejo.

Hoy en día, la celebración de la Pascua y su peculiar mascota, se ha convertido en un festival primaveral con una increíble gamma de tonalidades pasteles, decoraciones alusivas a la ocasión, donde sin importar religión los niños de casi todo el mundo lo celebran con entusiasmo y alegría.




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